La energía solar es la producida por la luz del sol – energía fotovoltaica y su calor – solar térmica para la generación de electricidad o la producción de calor. Inagotable y renovable, al proceder del sol, la energía solar se aprovecha a través de paneles y espejos. 

Las células solares fotovoltaicas convierten la luz solar directamente en electricidad mediante el llamado efecto fotovoltaico, mediante el cual ciertos materiales son capaces de absorber fotones (partículas de luz) y liberar electrones, generando una corriente eléctrica. Por otro lado, los captadores solares térmicos utilizan paneles o espejos para absorber y concentrar el calor del sol, transfiriéndolo a un fluido y conduciéndolo a través de tuberías para utilizarlo en edificio o instalaciones, y también para la producción de electricidad.